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miércoles, 14 de diciembre de 2011

***** 9 *****


El tiempo comenzaba a empeorar fuera de la cabaña,  un tremendo relámpago ilumino el cielo durante unos segundos y al instante la lluvia hizo acto de presencia.
Rico preguntó, sobre como había sobrevivido hasta el momento actual y este fue el relato que Gerson les contó:


          Comenzó diciendo, que  durante casi 30 años había sido capitán de un barco mercante, y que en él había recorrido todo el mundo varias veces, pero que llegó el día en el que sencillamente se cansó de andar de un lugar a otro sin descansar nunca y decidió retirarse. Para ello se había autoimpuesto la condición de que debería de encontrar un lugar que le llenase tanto como  para vivir allí para siempre, y cansado de tanto lujo y ciudades tan multitudinarias como las que acostumbraba a visitar (Mónaco, Rio de Janeiro, Marbella, Dubái….) buscó una casa de campo, pero no llegó a encontrar lo que buscaba, hasta que por pura casualidad, descubrió aquel terreno en el que se encontraban actualmente, plagado de arboles y escombros, andamios hierros y demás materiales para la construcción, pese a todo aquello, aquel lugar lo enamoró.  Tras muchos tira y afloja, consiguió comprárselo a su actual dueño, que era un constructor que solo lo tenia para acumular trastos para sus proyectos. Poco a poco fue construyendo la casa del árbol,  levantando el alto muro que rodeaba toda la parcela plantando arboles, pavimentando, tirando un viejo cobertizo, construyendo otro nuevo etc. etc.
 

          Rico, que era el mas inquieto, le apremió para que contase como había vivido él, que el mundo se fuese al garete de la manera en que lo había hecho y que es lo que había sucedido, durante el tiempo que ellos habían estado aislados en la casa de la montaña.


          Gerson continúo con su relato…. Pues aquí realmente todo comenzó un poco antes de las Navidades, en la televisión se veían  a diario noticias del extranjero y de otras partes del país en las que se hacia referencia a la plaga que ahora asolaba el mundo, pero hasta que no la tuvimos a las puertas de nuestras casas, realmente no nos dimos cuenta de lo que sucedía. Yo, me encontraba comprando en un centro comercial próximo a Murcia, cuando de repente estalló la locura. La gente corría de un lugar a otro, sin sentido, gritando y atropellándose entre ellos, cuando por fin descubrí el por que de aquella locura colectiva. Se trataba de un grupo de tres de aquellas horribles criaturas, que estaban atacando a un hombre que para su desgracia andaba  con muletas, aquellos seres no se entretuvieron mucho con su primera victima, si no que continuaron atacando a cuantas personas se les ponían por delante. Así que yo opte por salir de aquella ratonera coger mi coche y volver a casa. Escapar de aquel lugar fue un caos, por que la gente andaba en cualquier dirección sin respetar nada. Vi como atropellaban a personas y hacían caso omiso de ello y la verdad es que yo tampoco me detuve a socorrerlos, tras un par de horas interminables y con el coche arrugado como una pasa, debido a la multitud de golpes que recibí, conseguí llegar a casa y aquí me refugié casi durante una semana sin salir, únicamente asomándome a lo alto del muro para ver que podía sacar en claro de todo el tumulto que se oía por todos lados.vi llegar al ejercito en multitud de vehículos tanto terrestres como aéreos, escuché explosiones, tiroteos, gritos, lamentos y al cabo de varios días… EL SILENCIO. Desde que escuche el ultimo tiro, hasta que me atreví a salir al exterior pasaron semanas en las cuales a través de la puerta y refugiado entre la maleza vi como aquellas criaturas habían tomado la ciudad.

          Esporádicamente, creía escuchar algún grito, pero no me atrevía a sobrepasar los muros. Pero todo cambio, en el momento que la comida comenzó a escasear en la despensa, momento en el cual me armé de valor y salí de aquí, no sin antes haberlo pensado mucho. En esa salida y en las sucesivas use una escala de cuerda que lanzaba a través del muro y una vez en el exterior, devolvía esta al interior de la propiedad, no sin antes dejar una cuerda de la que estiraba cuando volvía de mis fugaces escapadas. En aquellas primeras ocasiones, creo que ni siquiera llegue al final de la calle, me dedique a entrar en los comercios de aquí al lado y saquear todo lo que pude. En salidas sucesivas, fui ampliando mi área de influencia y mi arsenal, puesto que me iba haciendo con todas las armas que había esparcidas por doquier, con la esperanza de que algún día me sirviesen de algo.


          El temporal fuera era tal, que la casa parecía que de un momento a otro, se vendría al suelo. Al final del relato de Gerson, únicamente permanecían despiertos Brian y Sharco; Rico estaba durmiendo plácidamente apoyado en el hombro de Thomas, que también estaba durmiendo. Al final el sueño había vencido al hambre.


          Gerson dispuso en la mesa, varios platos, con comida de lata, calentada en un hornillo de gas, mientras Brian se había acercado a la ventana y  pensativo miraba hacia el exterior que permanecía tan oscuro como la boca de un lobo, salvo cuando algún relámpago, rasgaba el cielo con su brillante luz plateada. Mientras estuvieron comiendo ninguno dijo nada de nada, salvo Sharco que demostraba su malestar por que no había sido invitado al banquete con algún que otro ladrido lastimero. Una vez hubieron terminado la cena, Brian miro a Gerson y preguntó: ¿AHORA QUE?  Gerson miro  al chico y le dijo que explicase a que se refería con ese ¿ahora que? Este le contesto que cuales iban a ser los pasos a seguir desde aquel momento, comentándole a Gerson que la idea que ellos tenia desde que abandonaron el refugio en su casa de campo, era el de encontrar a supervivientes y que ahora que lo habían encontrado a él, no tenían previsto de quedarse allí para siempre………..

          Gerson, comenzó a reírse a carcajadas, mientras intentaba explicar a Brian, la idea que tenia en mente desde hacia bastante tiempo. Pero le dijo que tendría que esperar al nuevo día, en el que sus hermanos estuviesen despiertos, para que ellos también pudiesen oír lo que tenia que contarles; mientras tanto le ofreció  una habitación en la que descansar hasta la mañana siguiente.

domingo, 13 de noviembre de 2011

***** 8 *****


Aquellos zombis, parecían haber estado a la espera de nuevas víctimas, por la extraña actitud que mostraban en el momento que nuestros chicos, se habían topado con ellos, entre aquella marea de muertos vivientes, se podían distinguir  como una gran cantidad de ellos, portaban el uniforme del ejército. Ahora estaban realmente convencidos de que en aquella ciudad se debió de librar una gran batalla, pero  aquellos avezados militares curtidos en guerras como las de Afganistán, Kosovo e Irak, habían sucumbido ante un enemigo silencioso pero letal.

          El cara a cara, entre No Muertos y nuestros chicos, apenas duro unas milésimas de segundo, que fue lo que aquella horda de monstruos, tardó en abalanzarse sobre ellos. Éstos presa del pánico ante la que se les venía encima, saltaron de la MTB´S y comenzaron la huida por las calles de aquella ciudad, que de golpe parecieron tomar “vida”, por todas partes y de todos los rincones, comenzaron a surgir espectros, que amenazaban con devorarlos al más mínimo error que cometiesen en su alocada huida, corrían tras Rico, que había sido el primero en salir huyendo, ante la imposibilidad de enfrentarse a tamaño ejército, la alocada carrera la cerraba Sharco, que se había erigido en protector del grupo, y cual perro pastor, no dejaba que ninguno de los 3 muchachos se separara del grupo. Avanzar por aquellas calles atestadas de obstáculos y cargados con las mochilas era bastante dificultoso, pero se encontraban en una situación en la que no podían permitirse el más mínimo retraso en su carrera, por que pese a ser torpes, sus perseguidores no parecían dar síntomas de cansancio.

          La huida, duraba ya casi 15 minutos, en los cuales habían perdido completamente la orientación y no sabían en qué lugar de aquella ciudad fantasma se encontraban. En más de una ocasión fueron derribados, por alguno de aquellos seres, pero la rápida intervención del resto del grupo evito males mayores, casi sin darse cuenta, habían logrado despistar a la masa principal de zombis, pero aun se veían muchos de aquellos seres, por los alrededores. Cansados y sin saber hacia dónde correr, se adentraron en una calle, que para su desgracia, carecía de salida alguna. Al final de ésta había una especie de parque, rodeado de unos altos muros y una puerta, que no conseguían mover ni unos centímetros. La única salida era volver al principio y seguir en otra dirección, pero para su desdicha, los zombis les habían seguido hasta aquella trampa mortal, preso de la desesperación por verse atrapado, Brian comenzó a disparar sobre la muchedumbre que se estaba arremolinado en la entrada de la calle, y que con desquiciante calma se dirigía hacia ellos.


          Aquellos disparos realizados desde la desesperación, eran más bien inútiles, puesto que para eliminar a aquellas alimañas era necesario destruir sus cabezas y la puntería de Brian en aquella situación era nula. Rico y Thomas intentaban tranquilizar a Brian, pero entre los dos apenas podían sujetarlo, debido al estado de terror en que se encontraba sumido. Sharco ladraba y gruñía como un diablo, pero aquellos seres no temían a nada ni a nadie. Apenas los separaban de aquellos monstruos una veintena de metros, cuando un chirrido a sus espaldas, los hizo volverse con la sangre helada en las venas.
 El disparo que efectuó Brian, a punto estuvo de matar a la persona que les abría la puerta, se quedaron estupefactos cuando éste les recriminó su acción a la vez que les apremiaba a que entrasen dentro para poder volver a cerrar de nuevo la pesada puerta.
     

          Los tres muchachos inclusive Sharco, parecían estatuas de piedra que se negaban a moverse, un nuevo grito de aquel extraño personaje les saco de su estupor y reaccionaron a tiempo para atravesar la puerta y ayudar a cerrarla de nuevo. Apenas a unos pocos centímetros de ellos y con la puerta de por medio había casi un centenar o más de aquellos monstruos hambrientos, que con sus embates parecía que iban a sacar las puertas de sus goznes, pero nada más lejos de la realidad, los anclajes que aquella puerta, eran perfectos, ésta se habría de manera lateral, deslizándose por sendas guías en la parte de arriba y en la de abajo y una vez cerrada se atrancaba con una robusta barra de hierro, que impedía que se deslizase.  Aquel individuo les instó a que se alejasen de allí, para evitar que aquellos seres se fuesen acumulando en mayor numero a las puertas de su refugio. A los muchachos, les pareció un tipo singular puesto que mientras se adentraban, en la espesura de aquella especie de bosque urbano, el tipo iba silbando como si nada ocurriese. Al cabo de varios minutos llegaron a un claro en el que se  alzaban 4 árboles sobre todos los demás y entre ellos había construida una ¡casa!


          Por lo que Thomas pudo deducir, se trataba de un Pino, un Eucalipto y dos Ficus Robusta, unos árboles que como su propio nombre indicaba, eran autenticas moles del reino vegetal. Pues entre ellos y a una altura de dos metros y medio o tres de altura, se hallaba la casa de aquel tipo. Se detuvieron y mientras aquel personaje acariciaba a Sharco comenzó a hablar con los muchachos. Les dijo que habían tenido mucha suerte de que hubiese oído los disparos que minutos antes habían efectuado puesto que  de no ser así, ahora mismo poco quedaría de ellos y de aquel magnifico animal. Se presentó, les dijo que se llamaba Gerson y que desde que la ciudad se quedo completamente en silencio tras la batalla que se había librado allí hacia meses,  no había vuelto a ver, ni a oír a ningún ser humano, salvo a aquellos monstruos, que desde hacia días se habían reunido en una céntrica calle del pueblo y allí permanecían, como en una especie de trance. También les contó que de vez en cuando abandonaba su refugio, para ir a buscar comida y algún objeto que le ayudase a sobrevivir, en ocasiones había recogido algún que otro animal, como un par de gallinas, que ahora mismo andaban sueltas por la propiedad, y de las que diariamente recogía huevos, que eran de agradecer en su dieta. Pero sin duda el animal que más alegría le había aportado en aquel encierro forzoso, era un guacamayo al cual había salvado de morir de hambre en la tienda de mascotas en la que estaba expuesto.


          Mientras bajaba la rampa de madera, que daba acceso a la casa del árbol, Brian también relató las aventuras que habían vivido desde que decidieron retirarse a su casa en el campo y de los acontecimientos que habían vivido desde que decidieron salir de ella. De como habían vuelto a internarse en Elche, sin encontrar rastro de algún superviviente…. Incluso le contó como habían visto  a un león devorar a una de aquellas cosas a escasos metros de ellos. Una vez dentro de la cabaña, los chicos se sorprendieron de lo espaciosa que era, pero sobre todo de lo cálido que se estaba en el interior de ésta. Gerson les invitó a que se sentaran, mientras servía tres vasos con agua, después abrió  una lata de comida para perros y se la puso delante a Sharco, que en menos de 30 segundos ya había dado buena cuenta de ella. Una vez hecho esto, se sentó en un sillón orejero bastante desgastado por el uso, como podían comprobar los muchachos y les comentó que en un rato dispondría la mesa para cenar, que mientras tanto charlarían, para conocerse mejor.

lunes, 10 de octubre de 2011

***** 7 *****



Lo que en principio, creían que iba a ser un día, o un par de ellos a lo sumo, ya duraba casi una semana, la lluvia cesaba, pero al rato volvía a hacer acto de presencia acompañada de relámpagos  truenos y ráfagas de viento que hacían que el viejo palomar se estremeciese. Habían podido observar a zombis merodeando por los alrededores, pero con el tiempo habían aprendido a no hacerse notar, y  estos, a su vez dejaron de interesarse por el palomar y desaparecían en la espesa maleza, que se había adueñado del parque, dándole un aspecto de selva tropical, los días en aquel reducido espacio, se les pasaban cada vez mas lentamente, el alimento, también empezaba a ser escaso, puesto que las latas que habían cargado en la mochila era con la idea de encontrar pronto a algún grupo de gente al que unirse.

          La mañana de aquel primer sábado de enero, había  amanecido como el resto de la semana lloviendo, con la salvedad, de que ese día, por lo menos en el lugar que se encontraban existía una niebla bastante espesa. Nuestros chicos, se encontraban en el mirador del palomar debatiendo que iban a hacer si aquel encierro duraba mucho mas, cuando un ruido cercano, les hizo callar y escuchar atentamente, parecía que alguno de aquellos nuevos habitantes del planeta, se acercaba de nuevo hasta el lugar donde ellos se encontraban. Cual seria la su sorpresa, cuando tras unos jirones de espesa niebla, vieron aparecer a  ¡un león! arrastrando hasta la  puerta de entrada del almacén, a un zombi  de aquellos, que no cejaba en el intento de zafarse de la presa que le hacia el león, que ni corto ni perezoso, comenzó a devorarlo, ignorando algún que otro mordisco que el zombi le propinaba de vez en cuando.

          Al cabo de una hora aproximadamente, el león, se retiro satisfecho del festín que se había dado, dejando tras de si, una masa de carne deforme, que a pesar de todo, continuaba arrastrándose en el suelo. Los 3 muchachos, que habían asistido a la escena atónitos,  se preguntaban que si aparte de los zombis tenían que vérselas con animales salvajes como el que acababan de ver,la cosa se les había complicado y mucho ,debían de abandonar su refugio,porque permanecer allí por miedo al ataque de alguna fiera,era condenarse a morir de hambre. Se pusieron de acuerdo y al mediodía saldrían del parque, ahora convertido en jungla, la aparición de aquel león, les había recordado que estaban solos y que debían de unirse  a algún grupo de supervivientes, para tener más oportunidades de poder continuar con vida.


          El cielo continuaba nublado y la lluvia seguía cayendo intermitentemente, la niebla había desaparecido, salieron del palomar que hasta el momento les había servido de refugio, habiendo añadido a su arsenal, un par de pequeñas hachas de mano.  Pasaron junto al zombi que el león había estado devorando con anterioridad, éste aun continuaba arrastrándose por el suelo, a pesar de tener el abdomen completamente devorado. Enfilaron el camino, en este caso senda, debido a lo espeso de la vegetación, que les haría salir del parque por la parte opuesta a la que habían entrado y que les llevaba hasta la Avenida del ferrocarril, que tomarían en dirección a la salida de la ciudad, como ya hicieran tiempo atrás.


          Atravesaron el parque sin ningún problema, al llegar a la avenida, el panorama era similar al que se encontraron al volver a la ciudad, un carril semivacío y el otro, completamente colapsado de vehículos inutilizados, la intención de ellos, era salir de la ciudad, con dirección a una pequeña población cercana a elche, en la que sabían a ciencia cierta, que antes de toda aquella locura, había un centro logístico de una  cadena de supermercados, que aun a malas tendría comida suficiente, como para aguantar mas de un año,  tenían talleres propios y botiquines de emergencia por todos sitios, conocían todo aquello, por amigos que habían trabajado allí. Intentarían hacerse fuertes allí, hasta poder localizar a otros supervivientes como ellos, o en su defecto que ellos fuesen localizados. Comenzaron a internarse de nuevo en la avenida de la libertad, una vez que pudieron cruzar el puente que unía ambas avenidas, en él la policía nacional junto con alguna unidades militares debieron de haber montado una especie de barricada, que de poco debió de servir, viendo la cantidad de cadáveres que  había esparcidos por el suelo. La lluvia, hizo acto de presencia de nuevo, no recordaban un invierno tan lluvioso como el de comienzos de aquel año, calados hasta los huesos se resignaron a seguir avanzando entre las ruinas de aquella urbe, tratando de esquivar a los zombis que les salían al paso, dolorosamente habían llegado a la conclusión, de que aquella ciudad estaba muerta, no habían visto ningún indicio, de lo contrario. A pesar de la tristeza que les embargaba, mientras seguían hacia la salida de la ciudad, comentaban que era imposible que  no hubiese nadie más. Que al igual que ellos, podrían existir más supervivientes, que atemorizados ante aquella nueva realidad, estuviesen escondidos, como hasta ahora lo habían estado ellos.

          Se encontraban, al otro lado de la barricada, que en su día les impidió seguir circulando con el coche y que les había obligado a bajarse de éste, y continuar su trayecto en bici, a su derecha, sobre el parque central de la avenida había un Centauro, un vehículo militar que ahora yacía  en el suelo sobre el lado del conductor. Se detuvieron ante él, para mirar en el interior con la idea de encontrar algo que les fuese útil, pero por desgracia y debido a las prisas lo único que pudieron recoger fue un walkie-talkie sin batería y una ración de comida del ejercito, así que lo metieron todo en la mochila, se subieron a las MTB’s y continuaron su camino hacia las afueras de la ciudad. Pese a lo irreal de todo aquello, cuando se cruzaban con alguna de aquellas criaturas, no podían dejar de pensar que hace unos meses eran seres normales, con sus vidas, sus trabajos y todas las historias que un ser humano podía tener, si ir mas lejos, en el carril contrario a donde se encontraban vieron, como un muchacho de unos 16 años, se dirigía hacia ellos tambaleándose, tal y como debía de haber muerto tiempo atrás atacado por algún zombi. Tenia el pelo rubio, aunque ya mas bien era  marrón, debido a la suciedad acumulada en él, los auriculares colgaban de su cuello, como si fuese lo mas normal, tenia puesta una sudadera en el que aparecía el logo de grupo de música que nuestros 3 protagonistas desconocían,  llevaba los pantalones caídos por la mitad de su cadavérico trasero, sujetos con un cinturón que como hebilla portaba una calavera pirata, como un oscuro presagio de, en lo que acabaría convirtiéndose su dueño.


          En su camino hacia otro lugar, iban dejando atrás los escaparates de bares, restaurantes y tiendas, en los que muy a su pesar, decidieron no entrar, por el peligro que ello entrañaba. Desde que habían abandonado su refugio en el parque, Sharco había seguido a los muchachos, pero en silencio, como temiendo que si profería algún tipo de sonido, podría atraer a algo mas que a aquellos desdichados seres. Debió de olfatear y oír al león, y su sentido común le hacia ser mas precavido de lo que había sido hasta ahora. Mientras tanto, continuaba lloviendo.

     
          Thomas comento, que debían de buscar un refugio, para intentar guarecerse de la lluvia, que pese a caer poca cantidad, había terminado por calarlos y que lo ultimo que necesitaban era ponerse malos ahora que no había ni medicinas ni médicos que les pudiesen atender, Brian dijo que estaba de acuerdo, pero que no podían detenerse ni un minuto mas en aquella ciudad fantasma, y por la cual según sabia él también pululaba suelto un león. De camino a la siguiente ciudad que era Crevillente intentarían localizar algún sitio donde pasar el resto del día y estar a resguardados  de cualquier peligro. Hacia un rato que habían abandonado la ciudad y los centros comerciales que rodeaban a ésta, se preguntaron si seria buena idea el adentrarse en alguno de ellos, en busca de algo de comida y de ropa que pudiese protegerles mejor de las inclemencias del tiempo, pero decidieron que no valía la pena arriesgarse a entrar en un lugar que podía convertirse en su tumba.


          La carretera, que les llevaría hasta su siguiente destino, seguía el mismo patrón que habían podido observar desde el momento en que abandonaron su casa de campo, coches abandonados, cadáveres en su interior,  en el exterior y ninguna señal de vida inteligente por ninguna parte, por extraño que le pareciese apenas si pudieron encontrarse con alguno de aquellos zombis durante su trayecto, hasta Crevillente, parecía que los zombis preferían estar en las ciudades. Su llegada a Crevillente, parecía una broma de mal gusto, justo a la entrada y colgado sobre la carretera, había un cartel que rezaba: Crevillente en fiestas. Menuda ironía, pensaron….


          Las calles de esa nueva ciudad, eran diferentes a las de elche, por todas partes se veían vehículos militares, el suelo, estaba prácticamente forrado de casquillos de bala, las fachadas acribilladas, habían muchísimos mas cadáveres de los que habían podido ver hasta ahora. La calle que cruzaba la ciudad era impracticable, ni tan siquiera en las MTB’s. Tenían que girar a izquierda y derecha en calles paralelas a ésta, con la intención de seguir avanzando en dirección a la salida. En aquella ciudad, se debió de librar una autentica batalla campal, por que se asemejaba a un osario de los de la edad media. Sharco a medida que se adentraban en las entrañas de la ciudad, comenzaba a estar mas inquieto, aunque apenas lo mostraba, salvo por el pelo del lomo, que lo tenía permanentemente erizado, debieron de hacer caso del instinto de Sharco, por que una de las veces que dieron un rodeo, para evitar las barricadas de la calle principal, fueron a parar a la boca del lobo. A una calle, repleta de aquellas criaturas, que permanecían de pie e inmóviles, sin proferir sonido alguno, pero que en el momento en que nuestros muchachos se toparon con ellos, empezaron a salir del letargo en el que parecían sumidos.
         
        

domingo, 11 de septiembre de 2011

***** 6 *****


Mientras aquellos bailarines del infierno, continuaban con su macabra coreografía de movimientos lentos  que cada segundo que pasaba, los acercaba más a nuestros protagonistas, Brian  decidió que daría un rodeo, para adentrarse en las ruinas de lo que aún quedaba de Elche. Giró a la derecha, por la circunvalación que rodeaba el parque de bomberos e iba a dar a las puertas del Corte Ingles, desde allí tomarían la rotonda en dirección a la avenida de la libertad, que antaño fue una de las arterias más importantes de la ciudad, y que en su día utilizaron, para escapar de allí.  Por ridículo que parezca el carril de entrada a la ciudad, se encontraba, prácticamente vacío, mientras que por el contrario el de salida, era un mar de vehículos destrozados por multitud de colisiones, o simplemente abandonados. Daba que pensar que en una situación como la vivida meses atrás, el ser humano hubiese respetado el sentido de circulación, cuando de no haberlo hecho, muchas personas habrían podido correr mejor suerte.

          Circulaban con bastante fluidez  mientras no paraban de sorprenderse de la extraña visión que ofrecía la ciudad, bajo ese día tan soleado del primero de enero. Todo parecía  sombrío y gris, como si se tratase de un día nublado y tormentoso,  en la radio del coche únicamente podía escucharse la estática, ya no emitía nadie, ni tan siquiera, el tan socorrido mensaje de emergencia que se veía en las películas de catástrofes. Sharko no paraba de ladrar desde que  comenzaron a adentrarse en las entrañas de la ciudad, parecía tan nervioso con aquellas criaturas, como los chicos, solo que expresaba su estado de ánimo, con sonoros ladridos y gruñidos, mientras que éstos permanecían callados y atentos al entorno, podían comprobar como los zombis se giraban a su paso y comenzaban a seguirlos, con aquel paso bamboleante que los caracterizaba. En poco tiempo tenían a más de 30 siguiéndolos. La única preocupación de Brian, era la de poder dar, con algún tramo por el que no pudiese continuar conduciendo y esa preocupación se hizo realidad, a la altura de la estación de ferrocarril, que aunque soterrada bajo los cimientos de la ciudad, tenía un ascensor de cristal en la superficie, que junto con las escaleras mecánicas descendían hasta las entrañas de ésta.

          Brian comento a Thomas, que al final iba  tener razón, en lo de no querer volver a la ciudad, como el paso estaba bloqueado para continuar de frente, Brian cogió una calle que doblaba a la derecha, y que pasaba por enfrente del renovado ambulatorio de San Fermín, un edificio que  apenas había estado en funcionamiento un año después de su inauguración, y que ahora aparecía con multitud de columnas negras de humo manchando sus blancas paredes, en la puerta de entrada, pudieron observar varios cadáveres prácticamente descompuestos, de los que únicamente quedaban las raídas ropas que llevaban el día en que murieron,  aquella calle, por desgracia también estaba cortada por innumerables vehículos y Brian aunque lo intento no pudo apartarlos.

          Con los nervios a flor de piel, y por unanimidad, decidieron que lo más seguro seria sacar las bicicletas del coche y continuar el trayecto con ellas, pese a que montados en ellas, serían más asequibles, para que  los zombis pudiesen atacarlos. A su favor contaban, con que montados en las bicis, tendrían más capacidad de maniobra y evasión, cuando las cosas se complicasen. Bajaron las 3 MTB´s junto con las 3 mochilas que habían preparado en “la cueva” y las 3 escopetas, que se colgaron a las espaldas, mientras duraba toda aquella maniobra Sharko, parecía mucho más nervioso que nunca, puesto que a escasos 5 metros ya había uno de aquellos seres monstruosos, el animal ladraba y se movía en círculos alrededor del zombi, pero sin intentar morderle, parecía que su instinto le indicaba que no era lo mejor. Rico quito el seguro de la escopeta y disparo directo a la cabeza del monstruo, que en unas milésimas desapareció en un mar de trozos sanguinolentos. Guardó el arma,  se montaron en las MTB’s y salieron de allí a todo pedalear, seguidos de cerca por Sharko, que pese a su enorme tamaño era bastante rápido y ágil, enfilaron la calle, en dirección contraria, lo que les llevaría a cruzar el puente del rio a unos 600 metros. Por todas partes podían ver multitud de zombis, y la cantidad aumentaba a la vez que continuaban adentrándose en la ciudad, el trayecto en  MTB´s  a pesar de ser menos seguro era bastante más rápido que en coche, puesto que podían pasar por cualquier lugar y evitar todos los obstáculos, en apenas 10 minutos estaban cruzando el rio y pudieron observar como en el Palacio de Altamira, que tiempo atrás fue museo, ahora se alzaba un cartel, hecho con sabanas en el que se podía leer “Ayúdennos por favor”, debió de  ser escrito, por la familia del comerciante chino que había comprado el castillo al ayuntamiento, por una desorbitada cifra. Como pudieron comprobar, dentro habría poca gente a la que ayudar, puesto que la gruesa puerta de entrada aparecía descolgada de sus goznes y en el interior pululaban varias de aquellas criaturas.

          Sin previo aviso el intenso sol de aquel mediodía, comenzó a oscurecerse y de repente se puso a llover, nuestros chicos decidieron continuar, para encontrar algún lugar donde guarecerse, porque todos mojados y con el frio que hacía, pronto podrían caer enfermos, y no era lo que más les apetecía. Rápidamente descartaron probar a refugiarse en la basílica de  la ciudad, que estaba a escasos metros de donde se hallaban, puesto que la plaza que la circundaba estaba plagada de zombis, así que decidieron probar en el parque municipal, mientras circulaban por el interior de este, y de golpe, uno de aquellos seres sorprendió a Thomas, derribándolo de la bici mientras que Brian y Rico no se percataron de ello. Mientras Thomas golpeaban a aquel monstruo, sin que este pareciese sufrir daño alguno, pudo observar que se trataba de una chica de unos 30 años con el pelo rubio, ahora tenía la mirada vacía y de su boca negra solo salían gruñidos,  cuando estaba a punto de darse por vencido, apareció Sharko, como un auténtico misil, embistiendo al atacante de Thomas , con una furia tremenda, esta vez, sí que se enzarzó en un auténtico ataque, mordió a aquel bicho en el cuello, mientras que lo zarandeaba de un lado a otro, el “pobre” monstruo, nada pudo hacer contra la furia desatada de Sharko, que tras varios minutos de sacudidas sin soltar el cuello, consiguió arrancar el trozo de carne que mantenía mordido con lo cual la cabeza del zombi quedo colgada  de unos cuantos tendones, a la altura del pecho, a pesar de la tremenda herida, continuaba arrastrándose por el suelo, la imagen ponía los pelos de punta, pero Thomas armándose de valor, sacó la porra de la mochila y con un par de golpes como ya hiciera con Irina, convirtió la cabeza en papilla.

          Mientras tanto Rico y Brian habían permanecido ajenos a la lucha, cuando de repente vieron a Thomas aparecer andando empujando la bici, y con cara de pocos amigos, Sharko iba junto a él. Éste les recriminó que casi lo dejan morir a manos de uno de aquellos bichos, pero que gracias a Sharko, podía contarlo. Brian y Rico por su parte le indicaron, que habían encontrado un refugio, que por lo que habían visto, parecía libre de zombis. Se trataba de un antiguo palomar, con un almacén junto a él, que usaban los servicios de mantenimiento del parque. El edificio, era bastante espacioso, tenía un par de ventanas que daban iluminación natural a la estancia, mientras que por una puerta en el lateral del almacén, podían acceder al palomar, era de planta circular  de alrededor de uno 12 metros cuadrados, tendría una altura de 8 o 9 metros y una estructura interior, que les permitirá salir a un balcón o terraza que daba completamente la vuelta al palomar y que en días venideros les permitiría observar el exterior sin necesidad de salir de allí. Volvieron al almacén, que tenía un olor a gasolina  del cortacésped, mezclada con el de hierba cortada, en una de las paredes, había una extensa colección de utensilios para lo poda y el mantenimiento de los árboles. Thomas comprobó de nuevo la puerta antes de ir a sentarse,  para ser un día festivo en otra época, había  vivido demasiadas emociones.


          Decidieron, que descansarían y a la mañana siguiente si había cesado la lluvia, dispondrían hacia donde encaminarse de nuevo, puesto que aventurarse de nuevo en la ciudad, les estaba resultando muy peligroso, permanecieron bastante pendientes del estado de Sharko, puesto que como les había contado Thomas, había desgarrado el cuello de su agresor a mordiscos, pero éste no parecía haber contraído la enfermedad, probablemente, pensaron que no afectaría a los animales, únicamente sería una pandemia exclusiva del ser humano…


lunes, 29 de agosto de 2011

***** 5 *****


Les costó un buen rato, y una gran cantidad  de mimos y silbidos, conseguir que Sharko saliese de la furgoneta, debía de haber pasado un trauma enorme, para que aquel magnifico ejemplar de Dogo Alemán, negro como la noche, salvo por una mancha de color blanco en el pecho, estuviese tan asustado. Una vez lo consiguieron, el camino ha casa lo hicieron a todo correr, puesto que llovía, como si nunca lo hubiese hecho antes, y el agua estaba tremendamente fría.

          Los muchachos, pese a la tensión, que habían sufrido horas antes y el agotamiento mental que tenían, se  encontraban muy contentos por que habían ampliado su familia, con Sharko, el animal con el paso de las horas y gracias a que el ambiente de la casa no era como el que había vivido las ultimas semanas, fue volviendo a coger confianza con los chicos. Los días se sucedían uno tras otro, con el mismo silencio reinante en la zona, aunque desde el incidente en la casa de Dimitri, no habían vuelto a ver a nadie, ni vivo ni zombi. Por fin llegó el gran día, 25 de diciembre Nochebuena, una velada que en otras circunstancias habría sido sinónimo de alegría y reencuentro con amigos y que muchas veces después de haber abandonado el orfanato, habían vuelto a pasar en él, tan entrañables fechas.

          Aquella Nochebuena iba a ser diferente, iba a marcar un antes y un después en la vida de los muchachos, por que aquella noche, acordarían que una vez hubiesen  pasado “las fiestas”, es decir el día 1 de enero, abandonarían la casa donde hasta ahora se habían refugiado e irían  en busca de otros supervivientes que como ellos hubiesen conseguido refugiarse con los militares, como había relatado Dimitri, o bien por su cuenta, como habían hecho ellos hasta ahora. Con el fin de acabar con aquel encierro, que aun siendo seguro, amenazaba con volverlos locos. Aquella noche, la verdad es que se pegaron un autentico festín, descongelaron embutidos, carne, bebieron cerveza vino y fueron pasando la noche entre anécdota y anécdota,  ajenos a la acongojante verdad, que les esperaba fuera de aquellos muros protectores.

          En los días previos a Nochevieja, estuvieron recogiendo todo lo que pensaban que les podría servir fuera de allí, revisaron las bicicletas, que todavía estaban en la parte trasera del coche desde la noche de su llegada,  llenaron dos mochilas con comida en lata y agua,  otra con la munición de que disponían en la vivienda. También metieron al coche, las 3 escopetas de que disponían, la pistola Tokarev de Dimitri, el machete y la porra, revisaron los niveles de aceite del motor, los neumático, he intentaron colocar el faro, que aun colgaba de los cables en la parte delantera…

          …………¡9! ¡10! ¡11!  ¡¡¡12!!! ¡Por fin había llegado el nuevo año! Los muchachos habían celebrado aquellas campanadas de una manera un tanto estrafalaria, como  la televisión no funcionaba, pusieron la cuenta atrás en el móvil y a falta de las campanadas, cuando restaban doce segundos para el nuevo año, fueron comiéndose las uvas que tenían en almíbar, aquella celebración distaba mucho de las que hasta entonces habían festejado, pero a ellos les pareció la mejor. Después de festejar el nuevo año, los chicos se fueron a dormir, el nuevo día, les deparaba sorpresas, y pocas de ellas iban a ser agradables.
        
           La primera mañana del nuevo año, apareció radiante, el cielo estaba completamente despejado, y aunque hacia frio el sol brillaba esplendido en lo alto de su trono. Mientras Rico, echaba un último vistazo a la casa, en busca de objetos útiles que se les hubiese olvidado recoger, Brian y Thomas sacaban el coche a la calle. Decidieron no desconectar las baterías que proporcionaban energía a los congeladores de la casa, por si algún día tenían que volver a ella, o si alguna persona entraba en la propiedad, en busca de cobijo y seguridad, mientras tanto Thomas cogió un cartón, y con un rotulador escribió en él: Estoy deshabitada, en mi interior, podrás encontrar cobijo  comida, y un lugar donde poder refugiarte.  Aprovecha lo que encuentres  y Buena suerte.

          Cuando regresó Rico, miraron tristemente la propiedad que tantas discusiones y alegrías les había costado levantar,  que tantos recuerdos encerraba entre sus paredes y decidieron que, aunque les doliese en el alma era la hora de partir. Cerraron la puerta corrediza y  pusieron rumbo a su antigua urbe, Elche, dejando tras de sí una estela de polvo que poco a poco se fue disipando. Salieron del camino, a una carretera general, y torcieron a la derecha, en dirección Elche. Hasta que cogieron la carretera no habían tropezado, con nada anormal, salvo una vegetación que comenzaba a apropiarse de la calle, por la falta de cuidados, pero una vez en ésta, comenzaron a darse cuenta de que la catástrofe, había sido de dimensiones hercúleas, en ambas direcciones había coches en mitad de la calzada, o en los arcenes unos con golpes que delataban tremendos accidentes, en algunos, a modo de broma macabra, podían verse relucir a la luz del sol, los cráneos de sus antiguos propietarios, otros simplemente estaban aparcados, como si sus dueños los hubiesen dejado  allí para volver enseguida,. Pero la gran capa de suciedad y oxido que los cubría, evidenciaba que llevaban mucho mas tiempo del que parecía  en aquella zona, sin moverse.

          Aunque la circulación, era practicable a pesar de que de vez en cuando, tenían que salir al arcén para poder avanzar, Brian conducía con bastante cautela, contemplando el paisaje, y pensando que después de la vida tan dura que él y sus hermanos, que era como consideraba a Rico y Thomas, habían llevado por que sus padres  habían decidido abandonarlos de pequeño, ahora les iba a tocar pelear pero para poder sobrevivir en aquel nuevo mundo, dominado por criaturas antinaturales, creadas por una maldita lluvia de meteoritos, Rico que iba en la parte de atrás con Sharco, se metía con él, pero no conseguía hacer que fuese mas rápido, Brian sabia que conservar el coche en buen estado, podría sacarles de mas de un apuro, próximamente y no quería arriesgar con prisas innecesarias.

          ¡Total, Según sabía él, nadie los estaba esperando en ningún sitio!, quizás ni siquiera hubiese zombis y también hubiesen muerto ellos al no haber seres humanos de los que alimentarse. Pero esa idea pronto abandonó la cabeza de Brian, una vez que habían conseguido alcanzar la ciudad, la escena que se levantaba ante sus ojos era dantesca, a modo de bienvenida y en mitad de la calle había, 2 zombis, deambulando como borrachos, sin sentido de la orientación, iban de un sitio a otro. Aquel par de zombis,  en su anterior vida, debían de trabajar en el centro comercial que había cerca de allí, pues iban ataviados con las ropas de trabajo de dicho lugar, algo debieron notar en sus putrefactas cabezas, por que pese a estar lejos de ellos, pronto giraron en la dirección del coche y con su tedioso bailoteo, se encaminaron hacia él.

viernes, 26 de agosto de 2011

*****4 *****


Mientras se acercaban a la casa, observaron que un hilillo de sangre iba desde la furgoneta,  hasta el interior de esta.  La casa de Dimitri, era de una sola planta, bastante grande y construida con troncos de madera, había que subir 4 o 5 escalones que iban a parar a un porche, la puerta de entrada, estaba entreabierta y al igual que el suelo y la furgoneta, repleta de manchas de sangre, escuchaban alboroto dentro, pero en el idioma nativo de Dimitri, por que no conseguían entender nada, entraron a la casa, que en aquella situación a oscuras, solamente iluminada por el haz de luz de 2 linternas, daba bastante miedo. Ahora  podían distinguir mas nítidamente, como Dimitri gritaba y golpeaba algo, al parecer, todo aquel barullo procedía de la habitación que estaba al fondo del pasillo, y que sabían que era la del matrimonio, por las visitas que en otros tiempos, habían realizado a la propiedad. Aterrados se dirigieron, hacia el origen de aquellos gritos y golpes, que cada vez sonaban mas fuerte.

           Una vez frente a la puerta, la escena que veían sus atónitos ojos, les recordaba a otras vividas algún tiempo atrás, el interior de la habitación, recordaba a un campo de batalla, las mesitas estaban por el suelo despedazadas,  por todas partes de veían restos de alguna lámpara, o ropa llena de manchas de sangre, a un lado de la cama y en el suelo, forcejeaba Dimitri, intentando esquivar los monstruosos  ataques que le profería según pudieron comprobar después, la mujer de este, Irina.

          Mientras Rico y Thomas permanecían atónitos ante la dantesca escena, Brian sin pensarlo dos veces se puso junto al monstruo, que intentaba merendarse a Dimitri, y le propino varias patadas  en el costado, con la  intención de apartarlo del pobre ruso, dichos golpes le fracturaron las costillas, pero aquel ser parecía no sentir dolor, porque, inmediatamente después de recibir los golpes, se incorporó y embistió contra Brian, que sorprendido por la velocidad de reacción de aquel ser, se tropezó con  algún trasto y cayo de espaldas, viéndose indefenso ante el ataque de aquel ser, al que había reconocido como a Irina, mientras forcejeaba con ella, tratando de mantenerla separada de su cuerpo, para evitar ser mordido, observó como estaba completamente helada, el color grisáceo blancuzco que tenia su piel, la tremenda herida que asomaba de unos de sus brazos, pero que ya no sangraba, la sangre parecía haberse coagulado alrededor de dicha herida formando una especie de asquerosa costra. Mientras él luchaba con todas sus fuerzas por intentar separarla de si, Rico se acercó donde aun se encontraba Dimitri, que a su parecer, se encontraba bastante más delgado que la última vez que lo vio. Thomas había salido de la habitación, en busca de algo con lo que golpear al monstruo que atacaba a Brian y al llegar al comedor en una pared encontró una porra de souvenir que rezaba “Islas  Canarias” la cogió y se dirigió hacia la habitación, sin dudarlo un segundo en cuanto entró, asestó un tremendo golpe en el cráneo de aquel monstruoso ser que atacaba a Brian, tal fuel el golpe, que la porra, partió el cráneo, y se quedo alojada en él, mientras Brian se la quitaba de encima con una patada en el pecho.

          Aquel ser continuaba moviéndose pero de manera diferente, ahora más bien parecía la cola de una lagartija que se mueve a base de espasmos musculares, sin ningún sentido, al cabo de unos segundos se detuvo y no se volvió a mover. Entre los 3 muchachos, acomodaron a Dimitri en un sofá del comedor, mientras intentaban cortarle la hemorragia que según decía le había hecho su mujer al transformarse en aquella horrible bestia. Le había arrancado los dedos meñique y anular de un mordisco, mientras le envolvían la mano en paños, para evitar que se desangrase, Dimitri comenzó a contarles lo que había sucedido hasta llegar a la situación en la que se encontraban.

          “Irina y yo, bueno y Sharko habíamos ido a pasar el día en alicante, cuando de repente y sin mas aviso, las cosas parecieron salirse de madre, empezamos a ver como Zombis, deambulaban por la calle atacando a personas que estaban como nosotros paseando,  intentamos llegar a la zona del puerto en la que teníamos el coche, para volver a casa, pero nos fue imposible, los zombis habían surgido de la nada, y parecían haberse hecho con la ciudad se veía a policías disparándoles, sin ningún resultado, nos alejamos del puerto en dirección al centro, pero la cosa parecía que no mejoraba, una vez que estuvimos en la Plaza de los Luceros observamos como el ejercito y la policía  había, formado una barricada, vimos a los militares  disparar en todas direcciones sin conseguir que los zombis detuviesen su avance, corriendo, saltando, arrastrándonos y escondiéndonos como pudimos, logramos alcanzar la barricada y nos hicieron pasar dentro de ella.

           Una vez hubo un  grupo bastante elevado de civiles, nos montaron en un camión militar y nos llevaron hasta, según lo que nos iban diciendo una de las zonas seguras que habían conseguido crear, en lo alto del castillo de Santa Bárbara, como nos contaron más tarde,  habían algunas zonas que también consideraban seguras, como el cuartel militar de Rabasa o el estadio de futbol del Hércules. El problema es que a esos centros seguros, llegó gente que había sido infectada por aquella  plaga,  solo lograron contener la infección durante unos pocos días.  Desde las almenas del castillo la imagen que veíamos de alicante era devastadora, había multitud de incendios tanto en la ciudad como en el puerto, había barcos hundidos  por toda la dársena, pero lo mas inquietante, es que ya no se escuchaban tiroteos ni nada por el estilo, lo único que se veía moverse desde allí en las alturas, era a aquellas criaturas, que parecían haber conquistado la ciudad en unos pocos días.

          La situación en el interior de la vetusta fortaleza, comenzaba  a ser caótica, pues esporádicamente llegaban supervivientes, que lo único que hacían era aumentar las probabilidades de contagio, la escasez de alimento, pronto se hizo patente, los militares, comenzaban a perder el juicio, por que no tenían noticias del resto de zonas seguras. Y una noche, Irina y yo decidimos que había llegado el momento de largarse de allí, nos costó casi toda la noche, poder descender por la ladera de monte Benacantil, no sin algún susto claro, pero cuando el primer rayo de sol asomaba por el horizonte, nosotros ya nos dirigíamos por la Explanada en dirección al primer coche que habíamos visto en condi………..”

          Dimitri no pudo terminar aquella frase, por que acababa de desmayarse, Thomas les dijo a sus hermanos que lo atasen, porque si lo que había contado era cierto, no tardaría en transformarse en uno de aquellos Zombis, mientras terminaban de apretar los nudos, pudieron observar como las piel de Dimitri, comenzaba a perder su color original y  se tornaba de color grisáceo, con multitud de manchas oscuras por todos lados, también observaron como Dimitri emitia su ultimo suspiro, por que este abrió los ojos de repente y al segundo su cabeza colgaba hacia atrás. Decidieron que había llegado el momento de abandonar aquel lugar, revolvieron la casa en busca de algo que pudiese servirles de ayuda, Thomas volvió a la habitación de matrimonio, a por su “porra”, la escena continuaba igual solo que ahora un gran charco de sangre estaba alrededor del cuerpo de Irina, asió el mango de la “porra” y tras tironear de ella un par de veces, se soltó del cráneo con un chasquido, que erizó la piel de Thomas. Volvió corriendo a la salida donde lo estaban esperando, Brian dijo que lo único que había encontrado que le podía servir para algo, era un machete enorme de esos que se usan en la jungla, para apartar la maleza, Rico, apareció mas contento, había conseguido encontrar un pistola Tokarev la que usaba el ejercito ruso con 3 cargadores.

          Mientras hablaban de sus hallazgos empezaron a escuchar gritos provenientes del comedor, cuando se aceraron, pudieron ver como Dimitri ya no estaba sentado, se encontraba en el suelo, atado de pies y manos, profiriendo alaridos y bufidos, como si  tuviese la rabia, miraba a los chicos con la boca desencajada y dando dentelladas al aire, a la vez que reptaba por el suelo en dirección a ellos. Cuando se encontraba a menos de un metro, Rico se adelantó un paso, apuntó a la cabeza del pobre ruso y disparó, de inmediato todo aquel revuelo cesó y el silencio volvió a envolverlo todo. Se dieron cuenta, de que ya eran cerca de la 12 de la noche, decidieron sacar a Sharko del la furgoneta y marcharse a casa. La niebla había desaparecido por completo, y ahora comenzaba a llover con fuerza.

         
         

martes, 23 de agosto de 2011

***** 3 *****


Una vez dentro de la propiedad, Brian despertó  a sus acompañantes y descargaron el resto de comida que habían llevado a la “cueva”  que era como ellos llamaban a la casa, lo que en su día  ellos habían comprado, fue un terreno que estaba situado, entre su la ciudad que acababan de abandonar y aspe, otra pequeña población. Se encontraban, en una especie de mini urbanización, la cual constaba con alrededor de unas 9 casas, unas mas modernas y lujosas y otras, simplemente para pasar el fin de semana, las vacaciones o algún puente.

          La casa era bastante grande,  sobre unos 400 metros, repartidos en 3 plantas, un sótano que ellos habían convertido en bodega, con su barbacoa y demás comodidades, que era, donde realmente solían estar cuando visitaban la propiedad. Luego estaba la primera planta, que constaba de una gran cocina/comedor, las habitaciones y 2 aseos. Y después estaba, la planta de arriba, que era una planta diáfana, y en la que tenían un completo gimnasio y donde guardaban las armas que poseían y que solían utilizar a menudo, en el terreno colindante a la casa, que ya habían adecuado, en su momento  para ello.

          Fuera, en el jardín tenían una piscina, la zona anteriormente nombrada, para practicar el tiro,  zona de césped, arbolado y otra barbacoa, para cuando el tiempo lo permitía, el resto de la propiedad, estaba repleta de arboles, el muro que rodeaba toda la finca, estaba construido de rocalla con una altura máxima de 2.50 metros.

          Aquella noche, apenas cenaron nada,  ni siquiera subieron a dormir en las habitaciones, se quedaron en la bodega durmiendo en los sofás, habían pasado un día aterrador que ahora les pasaba factura.

          A la mañana siguiente, se despertaron alrededor del medio día, Rico conectó el televisor, pero en ningún canal estaban dando nada, en las emisoras de radio más de lo mismo, únicamente sonaba la estática. Thomas dijo que iría a la calle para ver si veía algo. Cuando Thomas llego hasta la puerta, no pudo ver nada fuera de lo normal, pero una extraña sensación caía sobre sus hombros como un mal augurio, se subió a la escalera que había junto al muro, para poder ver mejor el resto de la calle, pero tampoco conseguía ver nada, aun así sentía algo extraño, que conseguía erizarle el vello de los brazos, mientras continuaba absorto en sus pensamientos, no se dio cuenta de cómo sus hermanos, se acercaban a el por la espalda hasta que fue demasiado tarde y ambos dos comenzaron a moverle la escalera, hasta tal punto que Thomas estuvo a un pelo de caerse de ella. Una vez les contó que no se veía a nadie, les comentó, que si se habían dado cuenta de que hasta los pájaros, habían dejado de cantar, el silencio era absoluto.

          Decidieron, que dejarían pasar un tiempo, antes de volver a aventurarse fuera de la propiedad, puesto que allí tenían de todo, para pasar una larga temporada. La televisión, hacia días que había dejado de emitir, al igual que la radio, de internet, solamente tenían un vago recuerdo puesto que también dejo de funcionar, los teléfonos móviles, no eran mas que meros artículos de lujo, así que pasaban los días viendo películas, series o  entrenando en el gimnasio, Muchas veces hablaban, de que deberían salir de allí, o acabarían volviéndose locos, en aquellas conversaciones, Thomas que era un chico menos alocado que sus 2 hermanos, era quien ponía la cordura, diciendo que como se iba a aventurar a volver a la ciudad, después de ver, lo que habían visto el día de la abandonaron. Que si eran capaces de imaginarse la cantidad de aquellas grotescas criaturas, que debían de estar campando a sus anchas, por las calles de la ciudad.

Aquella tarde de diciembre, comenzó a estropearse alrededor de la 6, cuando el cielo se tiñó de negro, merced a unos nubarrones que se  acercaban a toda prisa, desde la zona de Santa Pola, poco tardaron en hacer presencia los truenos y los relámpagos, los muchachos se habían refugiado en el interior de la bodega, con la chimenea a toda pastilla, mientras evaluaban su situación. Hacia más de un mes que se encontraban allí refugiados, y desde entonces no habían visto a nadie, Brian y Rico habían intentado convencer a Thomas de que debían de salir de allí, para ver en que situación se encontraban las cosas fuera. Mientras continuaban con la discusión, escucharon una especie de chirrido seguido de un fuerte golpe, aquello no había sonado a trueno sino mas bien como el derrape de algún tipo de vehículo.

          Decidieron salir, para averiguar de que se trataba, pero no repararon en coger ningún arma de las que disponían en el gimnasio, acción que mas adelante estaría a punto de costarles la vida. Salieron al patio y se dirigieron hacia la puerta de la calle, nada mas salir observaron, que pese a llevar bastante tiempo tronando y relampagueando, apenas habían caído una gotas de agua, en su defecto una espesa niebla, lo cubría todo, también observaron que el paso del tiempo y la falta de mantenimiento se empezaba a notar en los setos de las chalets próximos, puesto que presentaban un aspecto descuidado y poco estético. Encendieron las linternas que habían vuelto a recoger, después de salir y se dirigieron calle arriba, puesto que su chalet, era el primero de aquella mini urbanización, el silencio era absoluto, salvo esporádicamente cuando algún trueno rasgaba dicha calma.  Cuando habían recorrido unos 100 metros, Brian les indico un pequeño resplandor rojizo a su derecha, que era casi invisible a través de aquella niebla.

          Cuando llegaron al origen de aquella tenue luz, pudieron constatar que se trataba de la parte de atrás de una desvencijada furgoneta, que había atravesado las puertas de madera, del chalet de Dimitri, un ruso que vivía allí con su mujer y su perro, desde hacia varios años. Tras inspeccionar la furgoneta, observaron que el interior estaba lleno de sangre y que en la parte de atrás, se encontraba Sharko, el perro del ruso, lo conocían bien por que tiempo atrás, cuando no era mas que un cachorro, siempre se escapaba de su dueño y se iba a  la  “cueva”.  Parecía aterrorizado, pues aunque estos lo llamaban y le hacían ver que eran amigos, este permanecía con el pelo del lomo erizado profiriendo unos gruñidos, que mas parecían de terror que de amenaza. Un grito proveniente del interior de la casa de Dimitri, les heló la sangre y puso en alerta todos sus sentidos, en unos momentos se enfrentarían al horror.

sábado, 20 de agosto de 2011

***** 2 *****


Llegaron al coche justo en el mismo instante que junto a ellos, a poco más de 3 metros, se estrellaba una ambulancia, contra un kiosco de la once. Sin más dilación se introdujeron en él, un todoterreno Toyota Hilux y comenzaron a salir en dirección a la casa de campo, trayecto que en circunstancias normales habrían llevado a cabo en poco más de 30 minutos y que en esta ocasión les iba a costar una  eternidad. Avanzaron sin problemas unos 100 metros, hasta que intentaron acceder a la Avenida de la Libertad, que era la calle mas ancha de la ciudad, pero que en ese momento se encontraba absolutamente colapsada.

          Tal y como estaba el asunto, ya comenzaban a verse zombis por doquier, Brian, aconsejado por sus dos “hermanos”, vio que la única opción era empezar a subirse por las aceras, para intentar salir de aquella enorme ratonera, sin pensarlo 2 veces, eso fue lo que hizo,  a la vez que tocaba el claxon sin parar, pero las aceras también estaban repletas de gente……………. Viva y muerta. No había problema, las personas que los veían se apartaban y los que no se apartaban era, por que ya no estaban vivos y parecía que  al haberlos devuelto desde el infierno, les habían privado de todo sentimiento, salvo de uno, el de comer. Por suerte el todo terreno iba subido de suspensión y con unas buenas defensas en la parte frontal, con lo que chocar contra aquellos seres no le causaría ningún problema al vehículo.

          Mientras tanto las imágenes que se veían desde el interior del coche eran como sacadas de una peli de terror. Personas mutiladas, se alzaban del suelo, con heridas que desafiaban toda lógica y se abalanzaban con una agresividad extrema, contra todo ser viviente que se cruzase en su camino, en la mediana de la avenida, se veía a un par de policías nacionales, que descargaban, los cargadores de sus armas reglamentarias sobre uno de aquellos seres, sin que aparentemente tuviese efecto sobre él. Por otro lado las emisoras de radio, habían dejado de retransmitir música, las que aun estaban  en antena, solo emitían boletines de noticias, en los que informaban de disturbios en todo el territorio nacional y de que  el gobierno había elevado el nivel de seguridad del estado, a alerta máxima, por que los cuerpos de seguridad no daban abasto para detener tanto a zombis como a quienes aprovechaban la situación, para saquear y robar.

          Brian, continuaba con su afanosa misión, de intentar alcanzar la salida de la ciudad, esquivando un coche por aquí, un accidente por allá, golpeando a otros vehículos hasta conseguir apartarlos del su camino etc. etc. Exteriormente el coche, ya empezaba a dar síntomas de un excesivo maltrato, tenia el faro derecho colgando de unos cables que se asemejaban a venas, los retrovisores exteriores hacia rato que habían desaparecido merced  a multitud de golpes y roces, la luna delantera, parecía la mesa en la que un carnicero cortaría la carne, estaba plagada de restos humanos de sangre y vísceras y los limpiaparabrisas no daban, para poder limpiarlos.

          Al final, tras 4 largas horas luchando por poder abandonar la ciudad, y reventados, por la tensión y lo que habían visto, lograban alcanzar la salida, que para sorpresa de los muchachos, se encontraba prácticamente vacía de vehículos, por el contrario se veía a mucha gente que huía a pie, debían de haber abandonado los coches en el atasco y haber comenzado la huida a pie. Muchos les gritaban, y les hacían gestos para que parasen y los subieran al coche, pero Brian, estaba decidido a no parar hasta llegar a la casa de campo. Cuando el reloj del interior de vehículo marcaba las 21:10, llegaban frente a las puertas de la casa de campo, Brian se detuvo y mirando a sus hermanos, comprobó, que los muy frescales, se habían dormido. Acciono el mando a distancia y la puerta de hierro forjado, comenzó a desplazarse hacia la derecha, con un leve chirriar.

viernes, 19 de agosto de 2011

***** 1 *****

         

Brian, Rico y Thomas, habían decidido ir a la casa que poseían  en la sierra próxima a la ciudad donde vivían, los acontecimientos se habían precipitado extremadamente rápido, desde que hacia un mes, un centenar de  meteoritos, habían caído alrededor de todo el planeta, matando a cientos de personas y dejando heridas a otras tantas, lo realmente extraño sucedió cuando muchas de esas personas que se suponía, estaban muertas, empezaban a volver a la vida, pero en un estado que distaba mucho de ser humano, atacaban a otros seres vivos a mordiscos y mientras a unos los devoraban, otros revivían convertidos en el mismo ser que los había infectado, al parecer una simple herida que te produjesen aquellos seres, era tu pasaporte al infierno.

          Aquella plaga, no tenia miedo a nada y en pocas semanas había multiplicado su numero por mil, el caos entonces era total, nada podía detenerlos, puesto que aquellos seres putrefactos no tenían sentimientos ni de dolor ni de piedad, únicamente se movían por el ansia de devorar a todo ser vivo que encontrasen en su camino.

          Hasta el día en que decidieron que la ciudad ya no era segura y que se iban a marchar de ella, habían estado adecuando la casa de campo,  para estar en ella durante mucho tiempo, comenzaron por el suministro eléctrico, el cual era completamente autónomo de la red de Iberdrola, habían instalado placas solares fotovoltaicas por toda la cubierta de la casa, esta disponia de un  aljibe de grandes dimensiones, habían comprado multitud de botellas de agua, latas de conserva, productos congelados etc. etc. A su parecer habían convertido aquella casa en un autentico fortín.

          Brian Paz, Pedro Rico y Thomas Crump se conocían desde hacia años, por que se habían criado en el mismo orfanato de Alicante, habían forjado una amistad, que les había hecho continuar viviendo juntos, aun después de haber abandonado el orfanato, habían trabajado de cualquier cosa, con la intención de poder pagar el alquiler del piso donde vivían, compartían aficiones, tanto a las artes marciales, las armas el deporte y un largo etc., que lo que había conseguido era unirlos mas si cabe. Cierto día la divina providencia, se alió con ellos y les premio con el gordo de la primitiva, por eso compraron la casa de campo, el piso en que vivían en la ciudad y el coche que conducía Brian, por que Rico y Thomas simplemente pasaban de sacarse el carnet, ellos solían moverse en bicicleta. Acaban de cargar en el coche la última caja con víveres que habían podido conseguir, debido a que los productos ya escaseaban en los estantes de las tiendas, cuando un griterío les llego, desde la esquina de la calle, se acercaron, para ver lo que ocurría y se quedaron paralizados. En la acera, a unos 20 metros de ellos había un ser de aquellos, mordiendo a un anciano al que había cogido de un brazo.
 
          Aquel ser, parecía normal, de no ser por las terribles heridas que tenía en la espalda y que dejaban al descubierto parte del omóplato izquierdo. La gente tironeaba de ambos, intentando separarlo de aquel desdichado anciano, con lo cual, lo unico que conseguien era que de vez en cuando volviese a morder a otra persona. La escena cambio radicalmente, cuando al cabo de 10 minutos, el anciano al que había mordido inicialmente comenzó a hacer lo propio, con quienes intentaban alejarlo de dicho engendro. En ese momento, Brian, Rico y Thomas se dieron media vuelta y se dirigieron hacia el coche, con la intencion de abandonar cuanto antes aquella locura. La ciudad comenzaba a parecer desquiciada, multitud de sirenas se escuchaban por doquier se veía a gente salir despavorida en cualquier dirección, accidentes de coche,atropellos, incendios y un largo etc de despropositos…………. En fin, una autentica locura
 .

Presentacion

          Bueno, supongo que la mayoría querréis saber de que va este blog, pues os diré que lo que voy a intentar hacer es escribir un historia, sobre un mundo fantástico, dominado por los tan nombrados ultimamente Zombis. La idea es escribir un libro, que nadie necesite comprar, sino, que pueda leerlo simplemente, conectándose al blog y continuando por donde lo dejo la vez anterior.

          Soy novel en esto de la escritura, aunque ya lo he intentado varias veces, pero siempre a un nivel privado con la intención de poder publicarlo algún día, pero ha quedado en eso, en intención, espero que a través del blog, me resulte mas tentador, el ir escribiendo en el a diario y que quienes entreis aqui para leer, dejeis tanto vuestras reacciones como vuestros comentarios, que seran los que me vayan animando a seguir con el blog.

          Bueno no os aburriré mas con mis líos, y prometo ir escribiendo por lo menos semanalmente una entrada, de lo que espero sea una historia apasionante y que os haga evadiros, hacia un mundo peligroso, pero que a su vez, y siempre bajo mi punto de vista tambien tiene su atractivo.. Un saludo y gracias a todos los que me leáis......................