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viernes, 4 de mayo de 2012

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Circulaban lentamente en dirección albatera pero habían decidido que tendrían que parar en algún lugar, para organizarse y decidir cómo actuar a partir de aquel día. El interior de la furgoneta era una autentica fiesta, los supervivientes vitoreaban a Zoe y al resto de quienes la habían ayudado en el rescate. Se internaron en un camino asfaltado que discurría a la izquierda de la carretera y en un descampado junto a un huerto de limoneros detuvieron ambos vehículos.

          Mientras Thomas y Rico repartían botellas de agua entre sus nuevos compañeros, los cuales agradecían el gesto, con multitud de “gracias” apretones de manos y abrazos. Gerson, Brian y Zoe discutían, sobre cuál era el paso a seguir, puesto que no podían permanecer al descubierto por el peligro que representaban los zombis e incluso la banda de Cristo, a la cual no debía de haberles sentado bien que se les desposeyeran de su “mano de obra”. Discutían cuales eran los inconvenientes de refugiarse en un lugar o en otro.

          -Perdonad- dijo una potente voz, y los tres se giraron hacia el origen de aquella voz.

          -¡Salomón!- exclamó Zoe

          Salomón era un chico de color al que Zoe había cogido mucho cariño durante el cautiverio de ambos, por que pese  a las malas condiciones en la que vivían, siempre conseguía sacarle una sonrisa. Era un chico bastante alto y fornido herencia de los genes de su raza, sus padres habían emigrado desde  Cabo Verde  cuando el tenia 7 años.

          -No hay nada que perdonar Salomón, eres uno más del grupo. ¿Que ibas a decir?- respondió Brian.
         
          -Pues… he estado escuchando vuestra conversación, sobre donde tendríamos que refugiarnos o no refugiarnos y solo quería deciros que antes de que Cristo, me capturase tenía un barco listo para zarpar rumbo a la isla de Tabarca-


          -Sería una buena idea, pero me imagino que pocos barcos quedaran amarrados en los pantalanes de  ningún puerto- contesto Brian

          -Eso es lo bueno, que  el barco no se encuentra amarrado en ningún puerto, sino en una tienda de náutica que hay en San Isidro, el pueblo en el que yo vivía- contestó Salomón


          Tras aquella aclaración, Salomón contó que mientras intentaba conseguir un vehículo con el que sacar el barco de la tienda y remolcarlo hasta Santa Pola, fue cuando lo capturaron. Pero que antes de eso, había estado abasteciendo el barco de comida, bebida y combustible durante días, incluso se había hecho con multitud de utensilios para poder pescar.  También les informó que Tabarca tenía agua potable para aguantar durante mucho tiempo, por que pese a que en la actualidad el agua le era proporcionada desde la península a través de tuberías submarinas, antaño contaba con multitud de aljibes, que eran rellenados periódicamente por barcos cisterna, o bien por el agua de lluvia.


          -hemos de suponer que más gente pensaría como tú y que posiblemente si la infección llego a la isla, a estas horas estará plagada de los mismos seres que pululan por aquí- dijo Gerson, con voz pensativa –aunque ahora somos muchos y vamos armados, con lo que podríamos explorar la isla antes de que desembarcase todo el grupo.. Y purgarla de los zombis que en ella pudiese haber, convirtiéndola en un lugar seguro donde  recibir más supervivientes en un futuro-

          Tras aquella conversación, que al parecer había resultado ser muy provechosa, decidieron que el vehículo que necesitaban ya lo tenían, era el VEC. Ahora debían de llegar al polígono industrial de San Isidro donde se encontraba la tienda de náutica, enganchar el remolque y salir pitando de allí, en dirección al puerto de Santa Pola, el más cercano a la isla de Tabarca, su nuevo destino.

*****

          Cristo, se había encerrado en la oficina después de que aquel insolente le hubiese menospreciado ante sus hombres, pero no paraba de repetirse una y otra vez, que era la única opción viable que tenía en aquella situación. Ahora pensaba en las palabras que aquel malnacido le había dicho: si quieres un vehículo como éste, tendrás que visitar Crevillente y elegir el modelo que más te guste de los que allí hay abandonados… Lo había decidido, al día siguiente, entraría en Crevillente para intentar hacerse con un vehículo de aquellos y con más armas si era posible. Si su camino volvía a cruzarse con el de aquellos desgraciados, el resultado del encuentro sería muy diferente al de la primera vez.

*****

          La comitiva que presidia el VEC, acababa de llegar a la entrada del polígono de San Isidro, donde deberían de enganchar el remolque del barco que Salomón había estado preparando para huir, aquella tarea no les resultaría tan fácil como esperaban. Habían estacionado frente al escaparate donde estaba expuesto el barco y la sorpresa de  todos fue mayúscula, según el cartel que rezaba junto a éste, se trataba de un catamarán de la marca Sunreef Yachts modelo  70 power, con una eslora de 22 metros una manga de 9,30 metros, 45 tonelada de desplazamiento máximo, 8000 millas náuticas de autonomía y dos motores gemelos que lo databan de 1000 CV de potencia, su precio… 600.000 euros.

           -¡Por dios santo!- exclamo Rico – ¿Dónde pensabas ir, a Tabarca o a Japón?-

           -A Tabarca por supuesto, pero puestos a llevarnos uno, elegí el más caro que había en la tienda ¡de  todas formas nadie lo echará de menos!- dijo riendo Salomón

          Rápidamente, se dispusieron a trasladar todo lo que había en el interior del VEC hasta el barco, que era una autentica maravilla se mirase por donde se mirase, Sharco correteaba alrededor de todas las personas que afanosas intentaban realizar su cometido lo  más rápidamente posible. Entre tanto Brian y Javi  realizaban la maniobra para poder enganchar el remolque del barco al VEC, no lejos de allí, Zoe paseaba por los alrededores de la tienda, junto con su hermano Abraham que muy acelerado no dejaba de hablar del barco en el que próximamente iba a viajar. Zoe apenas lo escuchaba, andaba sumida en su pensamientos mientras observaba como aquel lugar, que  antes debía de estar tan lleno de vida, ahora aparecía  solitario y gris, miraba con un sentimiento de pena la multitud de escaparates que había a un lado y otro de la calle, tiendas de motos, de vehículos agrícolas, había carpinterías y multitud de comercios mas, que nunca volverían a abrir sus puertas a ningún cliente.


          Inmersa en aquellos pensamientos, pronto volvieron a ella viejos fantasmas del pasado más exactamente, la manera tan cruel que habían tenido sus padres de morir a manos no de aquellos monstruos caníbales, sino de personas vivas  que no dudaron ni un minuto en apretar el gatillo, cuando su padre se negó a darles las llaves del coche en el que trataban de abandonar albatera. Absorta en sus recuerdos, Zoe había abandonado la calle donde se encontraba el grupo y era ahora, cuando Abraham la zarandeaba para informarle de aquel despiste.

          -¡Zoe!- gritó Abraham -¿es que no me escuchas? Tenemos que volver, porque nos hemos alejado del grupo sin darnos cuenta-

           -¿Qué, cómo?... ¡Agáchate! Chilló Zoe


          Pero ya era demasiado tarde, frente a ellos a escasos treinta o cuarenta metros una docena o más de aquellas criaturas se dirigían  velozmente hacia ellos.

          -¡corre, sal de aquí rápido!- gritó a su hermano, mientras ella sacaba la pistola que le había entregado Gerson y comenzaba a disparar contra la masa que se acercaba a ella rápidamente.

          -¡Disparos!- gritó Thomas y toda la actividad que había alrededor del barco y el VEC, se detuvo instantáneamente.

          -¡Rápido, coged las armas y apostaos junto al VEC!- dijo tranquilamente Gerson

          Enseguida se dieron cuenta de que quienes faltaban eran Zoe y Abraham, pero nadie sabía nada de ellos, nadie se había percatado de hacia dónde se había dirigido. Gerson indicó a Brian, que terminase la maniobra de enganche, por que no podían esperar a ver qué ocurría, para terminar aquel trabajo. Los disparos, se sucedían uno tras otro, hasta que al fin vieron aparecer corriendo por la esquina de la calle a Abraham que corría y lloraba como un descosido. Una vez llegó junto al grupo, no fue capaz de articular ninguna palabra debido al estado de shock en el que se encontraba. Al momento Salomón y Gerson ametralladoras en ristre, echaron a correr en la dirección en la que había llegado Abraham.

      
          Justo cuando llegaban al final de la calle, apareció ante ellos Zoe, a todo correr gritándoles que se diesen la vuelta, tras ella avanzaban una docena o mas de aquellas cosas, casi pisándoles los talones. Rápidamente giraron sobre sus pasos y volvieron a salir corriendo esta vez, en dirección contraria.


          -¡Rico disparaaa, disparaaa!- gritaba Gerson desesperado
 

Aquella orden fue recibida con alegría por parte de Rico, que ansiaba desde hacía días disparar con aquel magnifico cañón automático de 25mm, así que se acomodo en el interior de la torreta, respiró profundamente mientras apuntaba por encima de las cabezas de sus amigos y a la vez que  exhalaba el aire lentamente, comenzó a disparar contra la amenaza que se cernía sobre ellos. Inmediatamente los proyectiles de 25mm que vomitaba aquel cañón, comenzaron a hacer estragos entre las filas de no muertos que se iban acercando, multitud de órganos, miembros e incluso cabezas empezaban a volar por los aires. En apenas un minuto la terrible amenaza se había convertido en un amasijo  de carne putrefacta, coágulos de sangre, órganos y vísceras esparcidas por todo el ancho de la calle. Tras detener Rico los disparos una serie de vítores surgían de todas partes alrededor del VEC. Gerson y Salomón, habían llegado exhaustos por la carrera que se habían tenido que dar en ambas direcciones, se dieron cuenta de que Zoe no se encontraba  aún entre ellos. Así que se encaminaron hacia donde había tenido lugar la masacre y la encontraron sentada en el suelo, junto a un coche llorando desconsoladamente con las manos en la cara y cubierta de trozos de carne y sangre coagulada, perteneciente a aquellas criaturas

          -¡Zoe! ¿Por qué lloras?- preguntó Abraham

          Ésta levantó la cabeza y al ver a su hermano allí de pie, con gesto serio, como ofendido por verla llorar, no pudo reprimir una sonrisa. Acto seguido se levantó y abrazó a su hermanito, diciéndole al oído, que la perdonase, por que por su culpa habían estado a punto de morir.

          -¡Qué asco, quítate de aquí!- grito Abraham a ver a su hermana repleta de manchas de sangre….

          Y todos los que se habían congregado alrededor de la pareja de hermanos, comenzaron a reírse por la espontaneidad de aquel muchacho, que de la preocupación por su hermana, había pasado rápidamente a la indignación con ella, por haberlo manchado.

           Decidieron que el resto del día lo pasarían en aquel polígono, por que no querían que la noche los pillara al raso y pese a faltar todavía mucho para que oscureciese, no querían arriesgarse con los peligros que  encontrarían de camino al puerto de Santa Pola. Una vez que hubieron terminado  de enganchar el barco al VEC, algunos bloquearon la calle por donde habían aparecido los zombis, con los vehículos abandonados que allí había. Mientras Gerson, Rico y salomón habían decidido que se adentrarían en el pueblo, para echar un vistazo y ver si podían aprovechar algo. Se despidieron del grupo, pero mantendrían el contacto por el walkie.

          Al salir del polígono, una carretera flanqueada a un lado por el polideportivo municipal y al otro por el viaducto del AVE les invitaba a adentrarse en San Isidro. Salomón iba indicando  a sus compañeros como llegar hasta el único supermercado del pueblo, intentarían aprovechar lo máximo, si es que aun quedaba algo en sus estanterías que valiese la pena aprovechar. Rico le preguntó a Salomón si quería visitar su antigua casa y este le respondió que no, que prefería no volver a revivir los momentos que en ella había pasado. Al fin consiguieron llegar hasta el supermercado si ningún contratiempo. Pese a que no había vuelto  ver a ningún caminante por sus calles, la sombra de un terrible peligro, se cernía sobre ellos. Detuvieron la furgoneta junto a la puerta y tras observar detenidamente el interior, decidieron entrar. Craso error… puesto que únicamente dos conseguirían volver a salir y reunirse con el  grupo…

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