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viernes, 13 de abril de 2012

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Como de costumbre, los mensajes enviados, se perdían sin que nadie contestase, tras una hora de intentos fallidos Thomas volvió a bajar de la azotea, para ponerse manos a la obra con el VEC, pero antes llamó por el walkie a Gerson, este le comunicó, que hasta el momento solamente habían descubierto a uno de aquellos caminantes pero que ya descansaba eternamente. Se despidieron y jugueteando con Sharco, Thomas se puso a trabajar en el vehículo, lo primero que hizo fue comprobar la presión de los neumáticos y mientras él seguía con su trabajo, desprotegidos y por medio de la ciudad, los otros tres muchachos continuaban su avance, a sabiendas de que iba a ser imposible encontrar a algún superviviente. Hacía mucho que Gerson recorría aquellas calles, sin ningún éxito. Pasaron junto al centro de salud de la ciudad, justo por el que en otras ocasiones Gerson ya había pasado, pero que hasta el momento no se había decidido a entrar, ahora con Brian y Rico a su lado, se sentía más seguro de enfrentarse a situaciones complicadas, y aquel era un lugar al que debía de haber entrado hacía ya mucho tiempo, porque seguramente contenía multitud de medicamentos que podrían facilitarles las cosas en caso de enfermedad o heridas.


          Mientras permanecían  atentos a cualquier movimiento extraño, Gerson comunicó a sus compañeros que lo había pensado mejor y en vez de ir en busca de algún superviviente, se colarían en el interior del centro médico para coger los medicamentos que pudiesen encontrar en el interior. Éstos asintieron con la cabeza y acto seguido comenzaron a subir las empinadas escaleras que daban acceso al interior del edificio.


          Aquella construcción databa de finales del siglo XVIII,  pese a las reformas a las que había sido sometido a un conservaba aquel halo tenebroso que rodeaba a todos los edificios antiguos. Más si cabe ahora que hacía mucho tiempo que las labores de mantenimiento habían cesado por completo. Llegaron a lo alto de la escalera sin ningún contratiempo, ni ninguna de aquellas cosas rondando por los alrededores.  Desde la entrada, apenas podían visualizar unos metros del pasillo de interior que daba acceso a las consultas, el interior aparecía bastante desordenado y con lo que parecía ser un cadáver encima del mostrador de información. Las puertas completamente de cristal estaban atascadas y tuvieron que forzarlas para poder entrar, el interior aparte de estar revuelto estaba poco iluminado, pronto tuvieron que encender las linternas y sujetar el arma que habían decidido usar, el cuchillo de combate con la mano que les quedaba libre.


          El ambiente dentro del centro médico era opresivo, la falta de luz unida al desconocimiento de lo que podía esperarles en el interior, les hacia sudar como si estuviesen a pleno sol jugando un partido de futbol como hacían mucho tiempo atrás. En muchos paredes del edificio, aparecían pintadas tales como la muerte regresa hambrienta, la hora de los muertos o  pagaremos con nuestra carne, que no hacían más que seguir poniéndolos nerviosos, tras recorrer varias consultas de la primera planta sin éxito, decidieron subir a la planta superior que es donde se encontraba la farmacia, según los paneles informativos. Adentrarse por aquellas escaleras plagadas de material médico, sillas y camillas sin más iluminación que las que daban las linternas habría echado para atrás a cualquiera,  pero necesitaban recoger medicinas y material de primeros auxilios, para que cualquier posible eventualidad, no se complicase en demasía.


          La segunda planta, era bastante diáfana solamente contaba con la farmacia y otras dos consultas. Todo la pared que daba a la calle, era una cristalera desde la que se podía divisar toda la calle, por la que habían llegado, tras inspeccionar toda la planta y para su alivio, únicamente encontraron dos cadáveres mas ambos con la  bata blanca que les acreditaba como trabajadores de aquel centro,  mientras Gerson y Brian saqueaban la farmacia, Rico se había quedado junto a la cristalera observando las calles vacías y grises,  imaginando como serian antes de la expansión de la pandemia. Pronto comenzó a caer de nuevo la lluvia. Una vez hubieron recogido todos los medicamentos posibles y puesto que comenzaba a llover de nuevo, decidieron pasar la noche en aquel lugar y al día siguiente, emprender de nuevo el camino a casa. Tras contactar con Thomas y comunicarle que se encontraban bien y que habían decidido pernoctar allí, para estar más seguros volvieron a revisar el edificio por completo otra vez y pese a sus temores pasados y la inquietante atmosfera del edificio, este se encontraba completamente vacío, aseguraron la puerta de  entrada y acercaron varias camillas de las que había tiradas por la escalera, al mostrador  de información, qué es donde pasarían el resto de la noche.

*****

          A la mañana siguiente, Zoe se despertó inquieta, había pasado la noche sin apenas pegar ojo, no podía dejar de pensar en cómo se encontraría Abraham en manos de aquel lunático. Así que desayunó un par de zumos, cuyo sabor  dejaba  mucho que desear y se dispuso a volver a albatera en busca de su hermano. Había pensando en introducirse en la granja, por la parte más alejada de la casa, puesto que aquella zona carecía de  vigilancia gracias al alto muro que rodeaba la propiedad, y desde allí avanzar hasta los barracones donde mantenían presa a toda la gente que habían encontrado. El día había amanecido soleado, y sin ningún atisbo de que pudiese volver a llover como la noche anterior, esta vez únicamente introdujo en la mochila un par de botellas de agua y unas latas de atún, que era la única comida en lata que le gustaba. Salió de casa, la cerró con llave y guardo ésta en el bolsillo del abrigo.


          De esta guisa, se dirigió hacia la salida de la ciudad, cosa que le resultaba bastante difícil de recordar debido a la multitud de vueltas que tuvo que dar el día anterior, esquivando barricadas y calles cortadas. Cuando comenzó su aventura, pensó que le resultaría mucho más fácil, pero al cabo de unas horas de dar vueltas y más vueltas, se dio por vencida, en más de una ocasión tuvo que salir corriendo, para evitar el encontronazo con alguno de aquellos seres. Al final cansada y cada vez más frustrada se sentó en un banco para ver si conseguía deshacer el lio mental que ahora mismo la embargaba.

*****

          Cristo se quitaba de encima a uno de aquellos zombis, que ahora se habían adueñado de su granja, todo lo que le rodeaba era caos, escuchaba gritos de dolor suplicas de auxilio, pero en lo único que él pensaba era en subir a uno de los coches que había en el exterior y salir huyendo de aquel infierno, apartó a uno de sus subordinados con una tremenda patada derribándolo y convirtiéndolo en presa fácil para varios de aquellos zombis, que se abalanzaron sobre él en cuestión de segundos, los gritos de aquel desdichado no minaron un ápice la decisión que tenia Cristo de salir de aquel lugar. Una vez consiguió salir del edificio, el panorama que tenia ante sus ojos no era mucho mejor que el que había dejado en el interior. Descerrajó un tiro en plena cara de otro zombi que se acercaba a él mientras buscaba un vehículo en el cual subir. Mientras continuaba su búsqueda y pese al escándalo que lo rodeaba, alcanzó a oír una voz que pedía auxilio y que enseguida reconoció……. Era el mocoso insolente al que día tras día, había intentado amedrentar a base de golpes y amenazas pero que nunca había conseguido.


          Aquel mocoso enclenque y orgulloso, mantenía a raya a uno de aquellos no muertos, que intentaba acabar con él. El muchacho sostenía entre sus manos una horqueta con que se defendía como buenamente podía. Para Cristo aquella imagen, llegó a parecerle hasta cómica, pero tras unos segundo de duda, recogió un hacha del suelo, y de un solo golpe partió el cráneo de aquel monstruo por la mitad, como si de una sandia se tratase. Abraham exhausto bajó la horqueta, momento en el que Cristo aprovecho, para cogerlo de un brazo y tirar de él hacia la furgoneta que ahora se acercaba a toda velocidad, conducida por Mario. De un empujón metió a Abraham al interior de la furgoneta y acto seguido se introdujo él, cerró las puertas, mientras le ordenaba  a Mario que saliese de aquel lugar  cagando leches. Mientras maniobraba para salir de la granja dos prisioneros corrían desesperadamente para subir al furgón, pero Cristo los fulminó de sendos disparos en el pecho, únicamente consintió que subiese otro más de sus secuaces.


          Mientras abandonaba lo que hasta ahora había sido su cuartel general, aun no podía explicarse, como aquellos seres tan estúpidos, habían conseguido entrar y arrasar con todo lo que tanto tiempo le había costado conseguir. Ahora mientras Mario hablaba aceleradamente debido al shock sufrido, Cristo apenas si lo escuchaba, pensando cual sería su siguiente movimiento en aquel mundo cruel.

*****         


          Aquella mañana  había amanecido con un sol radiante y Gerson fue el primero en despertar y animar a sus compañeros a que hiciesen lo mismo para regresar cuando antes a casa. El ambiente en el exterior era bastante frio a pesar de lo soleado del día, un agradable olor a hierba y tierra mojada invadía todo el ambiente, reconfortados por aquella agradable sensación emprendieron el camino de regreso. Pese a la euforia que los invadía no bajaban la guardia en ningún instante, esporádicamente se veía  alguno de  aquellos seres, pero parecían sumidos en una especie de letargo. Como si el frio que reinaba los paralizase, pero nada más lejos de la cruda realidad, mientras caminaban en fila pegados a las fachadas de los edificios, Rico les hizo que se detuvieran y aguzasen el oído,  enseguida alcanzaron a identificar unas gritos, que nada tenían que ver con los sonidos guturales y gemidos que producían  aquellos seres.


          Localizaron el foco emisor de aquellos gritos, unas calles más adelante de donde se encontraban, al llegar a esa calle y asomarse por la esquina, vieron a unos  seis o siete de aquellos caminantes persiguiendo con su paso torpe pero decidido a una chica que corría de un lado a otro, defendiéndose a base de golpes con un “palo”, decidieron actuar deprisa si no querían que aquellos zombis acabasen a mordiscos con la única persona viva que habían visto desde hacía meses. Brian, grito en varias ocasiones a la desconocida, que se subiese a lo alto de alguno de los vehículos que la rodeaban, para ponerse a salvo de aquellas criaturas. Mientras tanto Gerson y rico se apostaron tras un banco y con la ballesta, comenzaron a disparar contra la multitud que se agrupaba alrededor del coche al que se había subido la desconocida. Rápidamente, consiguieron abatir a uno de aquellos caminantes. Dos de ellos se giraron y comenzaron a avanzar en la dirección en que se encontraba Brian, que estaba intentando acercarse coche donde la desconocida seguía luchando por su vida.


          Sin apenas tiempo de reacción, Brian tuvo que poner a prueba  sus oxidados músculos, lanzando una patada a la cara del zombi que mas rápido se había acercado a él, el tremendo golpe lo hizo retroceder unos pasos tambaleándose, hasta que al fin cayó de espaldas contra el suelo, al segundo le lanzó otra patada a la altura de la rodilla, partiéndole ésta y haciendo que también cayese al suelo. Después de eso, extrajo el cuchillo de combate de la funda que llevaba sujeta a la cintura, y lo hundió en la cabeza de aquel desdichado ser  hasta el mango. Mientras lo extraía de aquella masa de carne putrefacta, sintió un enorme golpe que le hizo perder el equilibrio y caer, con tan mala suerte que se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento. Aquella escena, había sido presenciada por Rico, que pese a las advertencias que Gerson hizo en su casa, sacó la H&K y efectuó hasta tres disparos sobre el zombi, que acababa de noquear a Brian.
         
Solamente uno de aquellos disparos resultó certero. La chica, había conseguido matar a otro de aquellos seres. Los dos restantes, fueron ensartados por las flechas de Gerson. Mientras Rico se interesaba por Brian, Gerson se acercó a la chica, que aun permanecía en lo alto del coche con actitud desafiante, pero sin pronunciar palabra. Rico daba pequeños golpes en la cara de Brian, para hacer que espabilase, pero éste, parecía que había decidido hacer una pausa, y no abría los ojos, únicamente emitía un sonido quejumbroso debido al dolor del golpe en la cabeza. Por otro lado, Gerson hablaba con aquella chica, a la que le calculaba unos 19 o 20 años, pero pese a las amables palabras de Gerson, ésta se mantenía en lo alto del vehículo respirando agitadamente, e invitando a Gerson a que se alejase de ella y la dejase en paz. Por fin Rico, consiguió reanimar a Brian, que poco a poco fue recuperando la cordura.


          Los tres disparos que había realizado Rico para proteger a Brian habían resonado por  aquella ciudad fantasma, como si de un gong tibetano se tratase, y ahora hasta ellos llegaban aunque muy lejanos, ecos de la actividad que habían desencadenado. Rápidamente Rico se acercó a Gerson y le instó a que volviesen rápidamente a casa, porque la ciudad, parecía haberse despertado de su letargo de repente. Pero Gerson, insistía mas en intentar que aquella muchacha confiase en él, que en salir de allí corriendo. Ante aquella situación Rico comenzó a gritar a la desconocida que podía irse al infierno, si no quería acompañarlos, que era una inconsciente al ir  vagando por ahí ella sola. Y dicho esto cogió a Gerson del brazo y comenzó a arrastrarlo, entre ambos sujetaron a Brian por la cintura y comenzaron a correr en dirección al refugio.


           Mientras tanto Zoe se había quedado pensando en que quizás  aquellos tres extraños, fuesen mejores personas de lo que  eran Cristo Cortes y sus secuaces……  no en vano acababan de salvarle la vida, y lo único que le pedían era que los acompañase para ponerse a salvo ella también. Así que tras pensarlo una decima de segundo mas, salió corriendo tras ellos con la esperanza de que pudiesen ayudarla en un futuro.

6 comentarios:

  1. hOLA...pOR LO DE TU ENCUESTA...Si es porque no tienes comentarios...Mira...A mi me pasa lo mismo...No se a que se debe que no te comenten...Yo les he pedido varias veces que lo hagan y al fin me he acostumbrado...Se que me leen...Y eso debe ser suficiente...Supongo...Muchas veces he tenido ganas de cerrar el blog...Pero me encanta escribir...Y debes saber que aunque no te comenten seguro que te leen...Yo aún no leí nada tuyo porque recién llego a tu blog...En cuanto lea te comentaré...Porque yo si lo hago siempre...creo que es un ida y vuelta...Uno escribe y el que lee debe comentar...Un incentivo...Bueno...Por ahora me retiro...Un saludo...Maharet...

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    1. Antes que nada, agradecerte tu visita y el comentario, me imagino que solo entre quien escribimos, sabemos valorar, el que alguien comente, lo que tanto nos cuesta crear!!! Y ahora decirte, que continúes haciéndolo tan bien, como lo has hecho en tu blog. El tiempo que pase allí, me sentí transportado a un lugar donde la magia, era el poder dominante. Me gusto muchísimo.... Espero que sigamos en contacto. Un abrazo Maharet, por cierto me encanta tu manera de escribir

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  2. Saludos, yo si te leo, te encontré en la historia de zombies de Juan Manuel ^^
    Tu historia al principio parecía muy simple pero pues ya en la última entrada se le ve algo de sabor, me sorprende que los personajes desde el principio llamen zombies a los seres que pululan por ahí.

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    1. Hola Luzzi, gracias ir seguirme y por tu sinceridad. Espero que conforme vaya avanzando en la historia, consiga hacerla la décima parte de buena, que lo que es la de juanma, solo pido un poquito de tiempo y criticas tan buenas como la tuya. Mi agradecido, de que me dediques un poco de tu tiempo!!

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  3. Jajaja también pienso que están locos al buscar más sobrevivientes, siendo que ya tenían un lugar seguro donde quedarse¡
    Bueno supongo que si me viera en la misma situación quizá también me volvería loca estando sola ;D

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    1. Creo que todos buscaríamos mas compañía, por que si no al final nosotros mismos seriamos nuestros peores enemigos!!!

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